Los pequeños olvidos que comenzamos a padecer
Esto sucede por un sencilla razón: falta de uso. Es muy sencillo así como se atrofia un músculo sin uso, las dentritas también se atrofian si no se conectan con frecuencia, y la habilidad del cerebro para procesar nueva informacón se reduce.
Es cierto, el ejercicio ayuda mucho a alertar la mente: también hay vitaminas y medicinas que aumentan la transmisión sináptica y fortalecen la memoria, sin embargo, nada como hacer que nuestro cerebro fabrique su propio alimento: las neurotrofinas.
Las neurotrofinas son moléculas que producen y secretan las células nerviosas, y actúan como alimento para mantenerse saludables tanto a ellas como a las sinapsis.
Cuanto más activas estén las células del cerebro, mayor cantidad de neurotrofinas producen; esto genera más conexiones entre las dintintas áreas del cerebro.
Entonces que debemos hacer?
Lo que necesitamos es estirarlas, sorprenderlas, sacarlas de su rutina y presentarles novedades inesperadas y divertidas a través de las emociones, del olfato, la vista, el tacto, el gusto y el oído.
Además, retarlas con crucigramas, juegos como rompecabezas o ajedrez, etc. El resultado? El cerebro se vuelve más flexible, más ágil, y su capacidad de memoria aumenta. Al leer esto, casi seguro probablemente pienses: Yo leo, trabajo, hago ejercicio y mil cosas más durante el día, ¡¡¡así que mi mente debe estar muy estimulada!! Pero la verdad es que la vida de la mayoría de nosotros se lleva acabo dentro de una serie de rutinas.
Piensa en tu día o semana promedio......
Qué tan direferente es tu rutina de la mañana, tu ruta hacia el trabajo, la hora en la que comes o regresas a las casa? El tiempo y los programas que ves en televisión? las actividades rutinarias son inconscientes, hacer que el cerebro funcione en piloto automático; requieren un mínimo de energía y las experiencias pasan por las mismas carreteras neuronales ya formadas tiempo atrás. No hay producción de neurotrofinas.
Algunos ejemplos de ejercicios que expanden substancialmente las dentritas son:
1. Bañarse con los ojos cerrados. Sólo con el tacto, localiza las llaves de agua, ajusta la temperatura del agua, busca el jábón, o el shampoo... Verás cómo tus manos notarán texturas que nunca antes habias percibido.
2. Usar la mano no dominante. Come, escribe, abre la pasta dentrífica, lávate los dientes, abre el cajón con la mano que más trabajo te cueste usar. Peinate, báñate, píntate, afeítate, lava los dientes con tu mano no dominante.
3. Lee en voz alta. Se activan distintos circuitos que los que usas para leer en silencio.
4. Cambia tus rutinas. Tomas diferentes rutas para ir al trabajo, a tu casa.
5. Cambia tus rutinas. Haz cosas diferentes. Fuérzate a salir, conocer y charlar con personas de diferentes edades, trabajos e ideologías. Experimenta lo inesperado. Usa las escaleras en lugar del ascensor. Sal al campo, camínalo, huélelo.
6. Cambia las cosas de lugar. Al saber donde está todo, el cerebro ya construyó un mapa. Por ejemplo, cambia de lugar el pote de la basura; verás la cantidad de veces que tirarás el papel al viejo lugar.
7. Aprende algo nuevo. Cualquier cosa puede servir, aprende fotografía, cocina, yoga, estudia un nuevo idioma. Si te gusta, arma rompecabezas, tápate un ojo para que pierdas la percepcion de la profundidad, por lo que el cerebro tendrá que confiar en otras vías.
8. Identifica las monedas. Pon en tu coche una taza con varias monedas diferentes y tenlas a la mano para que, mientras estas esperando en el semáforo, con los dedos trates de identificar la denominación de cada una.
9. Cambia el mouse de la computadora al lado contrario de donde usas comúnmente.
Por qué no abrir la mente y probar estos ejercicios tan sencillos que, de acuerdo a los estudios de Neurobiología del Duke University Medical Center, amplían nuestra memoria?
Y si tenemos suerte y funcionan, nunca más volveremos a preguntarnos: Donde dejé las llaves? o Donde dejé los lentes?
Interensante Verdad?